En mayo pasado, Oriha Kawakatsu, una mujer de 21 años que reside en la prefectura de Tochigi, dio a luz en el baño de su casa y tiró a su bebé recién nacido por el inodoro.
Esta semana la policía arrestó a la japonesa por abandono de cadáver, informa Japan Today.
Kawakatsu admitió el delito, pero no pudo decir si el bebé había nacido muerto o estaba vivo cuando arrojó su cuerpo.
La policía supo del caso por la llamada de un trabajador que en junio, mientras limpiaba el tanque séptico en la parte trasera de la casa de la joven, encontró los restos del bebé.
La mujer, que trabaja como cuidadora, vive con sus abuelos, padres y tres hermanos.
Todos dijeron que no sabían que estaba embarazada.
No se ha informado sobre el padre del bebé. (International Press)
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