Momentos complicados y difíciles atraviesa el país luego de conocerse que no habrá el crecimiento esperado por el Banco Central de Reserva del Perú para este 2023, previsto en principio en el pasado mes de julio de 2,2 %. La realidad nos ‘cachetea’ en el rostro, tras conocerse que este año creceremos la espeluznante cifra de 0,9 %, según el presidente del BCR, Julio Velarde. Esto debido a una serie de factores internos y externos que han contribuido para colocarnos en un peligroso camino.
La economía peruana marcha hacia un peligroso desfiladero sino se adoptan urgentes medidas desde el Ejecutivo para sacudirnos del fantasma de la INFLACIÓN. Es verdad que las economías del mundo se han desacelerado este año poniendo en riesgo las economías de los países emergentes y en desarrollo, pero en el país no podemos darnos el lujo de tirar todo por la borda y no hacer nada para recuperarnos.
¡Basta de vivir de piloto automático! Hemos pasado de tener una de las mejores economías de Sudamérica, vistos como ejemplo de crecimiento económico por organismos financieros internacionales para ahora estar sujetos a una inestabilidad peligrosa que nos puede hundir.
Tras los desaciertos en materia económica adoptados durante la pandemia del COVID 19 en los gobiernos de Vizcarra y Sagasti, tuvimos el de Castillo con su política anti minera que asustó a los inversionistas para después, con Dina Boluarte, ser golpeados por la inclemencia de la naturaleza con la presencia del inusual ciclón YAKU que afectó la producción agrícola y pesquera de la costa peruana, ingresando ahora a tener un niño costero y a puertas de enfrentar un niño global que esperamos sea moderado el 2024.
Peores tragedias no se han podido dar juntas en un solo año en el Perú. Según el Banco Mundial, hay un riesgo de tensiones financieras, pues se prevé que el crecimiento mundial se desacelerará de 3,1% en el 2022 al 2,1% este 2023. Sólo China tendrá un crecimiento este año del 2,9%, pero también registrará una caída respecto al 2022 que tuvo 4,1%. (reciente informe PERSPECTIVAS ECONOMICAS MUNDIALES del BM).
Aunque el titular de economía del Perú Alex Contreras consideró que en agosto tendríamos un PBI de 1,1%, lo cierto es que estamos perdiendo piso. Arrancamos el año con una proyección de crecimiento del orden del 3% este 2023 y a octubre estamos previendo una tenebrosa caída con una proyección de 0,9 % del BCR. Ni las Naciones Unidas (informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe) acertó con su proyección que nos daba un crecimiento del 1,3 % para este año.
¿Qué nos puede salvar de este desastre? Pues, aunque las ONG’ s de nuestro país pongan el grito en el cielo, el único sector que puede lanzarnos un ‘flotador’ en este momento es el minero. El Perú es un país minero y ya dejen de destruir nuestra economía en momentos que el mundo nos dice que viene una crisis alimentaria mundial. ¿Quién nos va a ayudar? ¿Vamos a mirar tranquilos como va a morir de hambre nuestra gente? Si tenemos suficientes recursos mineros, que se mantienen a buen precio en el mercado, ayudemos a que haya un equilibrio y podamos superar esta crisis que ya se está sintiendo en el país.
Lo cierto es que “la minería mueve el 60% del total de nuestras exportaciones, de esa cifra, el 30% proviene del cobre”, lo dijo en una entrevista a RPP el titular del Perú Min 36, ing. Miguel Cardozo, encuentro que reunió a empresarios mineros, empresas extranjeras interesadas por la minería en el Perú y representantes del gobierno central en la ciudad de Arequipa el último fin de semana.
El mundo demandará mucho cobre en los próximos 20 o 30 años, por tanto, los precios del metal se duplicarán y esa es “una gran oportunidad histórica” que no se puede dejar pasar.
Tenemos que mirar hacia ese sector y darle toda la fuerza necesaria para equilibrar esta balanza que se inclina hacia el despeñadero sino tomamos las decisiones correctas pronto.
El mundo demandará mucho cobre en los próximos 20 o 30 años, por tanto, los precios del metal se duplicarán y esa es “una gran oportunidad histórica” que no se puede dejar pasar. “Habrá 30 años de buenos precios del cobre, no aprovecharlos sería un suicidio colectivo”, afirmó Miguel Cardozo.
El Perú es el segundo productor mundial de plata, cobre y zinc; primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina, y somos el primer país en el mundo en reservas de plata. (US Geological Survey – USGS) Entonces, qué estamos esperando para cambiar la mirada hacia ese sector, que dice a gritos: Te puedo salvar, acá estoy.
Vamos juntos, de la mano del sector minero a superar esta crisis y no dejar el camino libre a Chile, nuestro principal rival en la producción de cobre en este continente que nos pisa los talones.
Cardozo pidió tomar como ejemplo a Canadá, donde las minas ingresan a la etapa de producción de manera rápida, eficiente y con altos estándares ambientales. Perú tiene 47 proyectos, de los cuales el 70% son de cobre, esa es una gran oportunidad. Dicho metal está presente en productos electrónicos, proyectos de energía verde, vehículos eléctricos, cableados y es un insumo elemental para la descarbonización de la energía.
Ya en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2021 (COP 26) se acordó hacer esfuerzos para no superar en 1,5 °C el calentamiento global, y para eso, antes del 2035 se necesitará aumentar la producción de cobre en 23 millones de toneladas para apoyar la transición energética y limitar este fenómeno climático. (consultora Wood Mackenzie)
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