Pablo «Lucky» Castillo (60), polifacético cantante peruano residente en Japón, falleció ayer martes 26 de septiembre en un hospital de la prefectura de Gunma, confirmaron fuentes cercanas él.
«Lucky» Castillo dejó de existir alrededor de las 17:00 después de luchar contra un cáncer que le fue detectado hace poco más de un año, según contó el mismo en un mensaje publicado en agosto de este año en su red social.
«Hace un año me detectaron esta enfermedad llamada cáncer de mesothelioma maligno, el cual es provocado por mi trabajo al contacto con material de asbesto, Guantes de asbesto, mandiles, escarpines y todos los gases tóxicos que emana el trabajo de soldadura, hoy en día…estoy desahuciado», escribió.
«Lucky» fue cantante principal en varias en varias orquestas latinas e incluso japonesas como SWINGOZA del reconocido músico japonés Gen Ogimi.
A mediados de los 90s formó dúo con el connotado trompetista cubano Luis Valle para ejecutar boleros y música ranchera mexicana para presentarse en varios escenarios japoneses.
De allí salió en 1996 su versión salsera de «Cholo soy», un emblemático vals de su país compuesto por Luis Abanto Morales.
Aunque su relación con la salsa fue preponderante, Lucky Castillo también fue reconocido por sus interpretaciones de música criolla peruana. De allí salió en 1996 su versión salsera de «Cholo soy», un emblemático vals de su país compuesto por Luis Abanto Morales.
En los 2000 tuvo varias iniciativas musicales como la formación de la «Orquesta Internacional Lucky Castillo» con la que interpretó, además de salsa, también merengue y cumbia.
Durante muchos años se dedicó a producir música para cantantes de la comunidad en un estudio propio.
En los últimos meses de su vida, el cantante fue muy activo en sus redes sociales. Publicó imágenes con su hijo Nikolás (17) a quien le expresó su gran amor de padre en varias publicaciones.
En enero de este año, Lucky cumplió 60 años y su hijo lo sorprendió con una torta y le cantó por primera vez el «Feliz cumpleaños».
Publicó fotografías con los amigos que lo visitaron en su vivienda y en el hospital, y promovió actividades artísticas para cubrir los costos de su tratamiento.
El pasado domingo 24 muchos amigos acudieron a la discoteca Ebony, en la ciudad de Ota, en Gunma, para participar en la cruzada por «Lucky». «Gracias a todos», escribió el cantante en su último post. (RI/International Press)