
En 2014 un sicario en Filipinas asesinó al japonés Shinsuke Toba, de 32 años, y en 2015 mató a otro japonés, Tatsuya Nakamura, de 42.
Los dos hombres eran ejecutivos de una empresa.
En 2017, el Tribunal de Distrito de Kofu sentenció a muerte a Toshihiko Iwama, un japonés de 49 años, por haber planeado los asesinatos y contratado al sicario.
En 2019, el Tribunal Superior de Tokio ratificó la pena.
El lunes, el Tribunal Supremo de Japón avaló el fallo, “inevitable” debido a la gravedad de los crímenes y al “espantoso desprecio por la vida humana” por parte de Iwama.
El hombre tuvo cómplices, uno de los cuales cumple una cadena perpetua.
Iwama mandó a matar a las víctimas por los pagos de seguros.
El condenado era un importante accionista de la compañía en la que trabajaban los dos asesinados, cuyas muertes derivaron en grandes pagos de seguros para la empresa. (International Press)