El dúo Purahéi Soul de Paraguay cerró el viernes su primera visita a Japón con un maravilloso concierto en el escenario del mítico club Blue Note Tokyo, en el centro de Aoyama, considerado uno de los templos del jazz y la música internacional en la capital tokiota.
La noche tuvo grandes invitados, entre los más importantes el canciller de Japón, Yoshimasa Hayashi, conocido por su afición a la música, que disfruta tocar la guitarra y el piano en una banda formada con miembros del Congreso nipón. El canciller se acercaba así a Paraguay, país al que llegará en visita oficial este 5 de mayo.
Jennifer Hicks y Miguel Narváez, con Paula Rodríguez en el bajo, comenzaron el show con «Luna» y «Aire de campo» y estremecieron el Blue Note con una memorable interpretación de «Desapego», el éxito que lanzaron en plena pandemia y que Japón escuchaba por primera vez, intentando pescar alguna palabra de guaraní o español que diera explicación a la emoción que sentía con esta canción.
En el Blue Note Tokyo sonaron las polcas paraguayas, el hermoso «Arbolito seco» y la serenata «Aju Nderendape». A esta altura del show, el dúo estaba desatado, intenso y realmente espectacular.
Entre el público estaba el cuerpo diplomático latinoamericano en pleno, músicos y personajes japoneses de la televisión, además de asistentes en general, testigos de excepción de la primera presentación paraguaya en este divino lugar.
Purahéi Soul comparte ya ese firmamento de grandes artistas que han pasado por aquí. Desde Natalie Cole y Manhattan Transfer, Dionne Warwick, Roberta Flack a Quincy Jones, Al Jerreau, Vaness Williams, entre otros, a legendarios hispanos como Eddie Palmieri, Larry Harlow, Vicente Amigo, Omara Portuondo, Chucho Valdés y José Feliciano.
En el Blue Note Tokyo sonaron las polcas paraguayas, el hermoso «Arbolito seco» y la serenata «Aju Nderendape». A esta altura del show, el dúo estaba desatado, intenso y realmente espectacular.
Fue cuando el Purahéi Miguel echó mano de «Tsubasa wo Kudasai», uno de los temas más populares de este país que cantó en perfecto japonés. Bastó un par de estrofas para que el público le siguiera en coro, como se solía hacer en los 70s y 80s, cuando esta canción era fija en los eventos escolares.
Se escucharon «Ando» y «Pajarito» y una genial versión de «Hit the Road Jack» de Ray Charles, adorado en Japón desde que se presentara por primera vez en vivo en Tokio en 1975, hace 48 años.
El cierre fue con «Swing Guaraní», bailando con un vaso de «Aguyje» en la mano, el cóctel creado por el bartender Hodoka Maeda en homenaje a Paraguay y a los Purahéi Soul, hecho con Mburucuyá (maracuyá), hierba mate paraguaya, limón y menta.
EMBAJADOR: «EL NUEVO PARAGUAY»
«La idea de venir a Japón madura de manera curiosa», contó Jennifer Hicks a International Press. Fue una iniciativa del embajador de Paraguay en Japón, Raúl Florentín Antola.
«En marzo de 2022, el embajador se comunicó con ‘nosotres’… estuvo haciendo una gestión previa sin avisarnos como paraguayo, como fan y como gestor cultural también», añadió la cantante.
Al empezar a coordinar la gira el embajador Florentín Antola entendió rápidamente que Purahéi Soul no solo era un proyecto musical sino que abarcaba una propuesta fascinante de sostenibilidad a través de la moda, además de poderosos mensajes de igualdad de género, inclusión y respeto a los derechos humanos.
Fue así que conoció a la diseñadora de modas, Camila Orué, cuyo trabajo con las tejedoras de Carapeguá, en el interior de Paraguay, ha traspasado fronteras.
«En Japón se ve mucha innovación y es el lugar perfecto para mostrar las innovaciones que nosotros tenemos. El nuevo Paraguay»
La música de Jennifer y Miguel encandiló desde el momento en que el embajador entregó el material musical al Blue Note. Acostumbrado a programar y preparar el escenario para los mejores grupos y cantantes del mundo, el «el señor Kobayashi», uno de los gerentes del club, no dudó en abrir tres fechas para el primer concierto de artistas paraguayos en sus locales de Ebisu y Aoyama.
La propuesta de moda de Camila, con su reconocida marca «Ancestral», fue adoptada muy pronto por Pop-Up Store en Cat Street – Harajuku, uno de los centros de la moda tokiota, y todo quedó sorprendentemente listo.
«En Japón se ve mucha innovación y es el lugar perfecto para mostrar las innovaciones que nosotros tenemos. El nuevo Paraguay», comentó el embajador al describir el significado de este proyecto que denominó «Paraguay Sustentable», que es una acción cultural más que comercial.
«TOKIO, LO QUE NOS VA A ENTENDER»
De esta manera, Purahéi Soul desembarcó en Tokio para hablarle a los japoneses sobre sostenibilidad, tema omnipresente en los proyectos nacionales de desarrollo industrial y social, y de igualdad de género, asunto que aún les cuesta mucho asimilar.
¿Cómo transmitir esos conceptos en Japón con música y moda?, le preguntamos a Jennifer Hicks: «Nosotros sentimos que desde diferentes aristas nosotros expresamos ese mensaje sin tener que decirlo tan gráficamente. Apoyamos la inclusión o hablamos del empoderamiento femenino o de la moda desde la forma en que nos vestimos», sostuvo.
«Sin hablar gráficamente es la forma que el arte puede comunicar esas ideas. Es es lo que sentimos. Japón nos va a entender y es lo que conversamos con Cami (Orué) hablando de moda y diseño de sustentabilidad y dijimos: wao amiga, Tokio! lo que nos va a entender (risas). Es un lugar donde a pesar de todas las diferencias esas ideas están más instaladas en el pensamiento popular. Es la idea que tenemos ahora y venimos a descubrirlo», afirmó Jennifer.
El Cat Street quedó sorprendido por el encaje Jú, un tejido elaborado con un hilo de algodón y aguja con un nudo en cada cuadrado, como si fuera una red de pescar.
CAMILA ORUÉ: «CUANDO SALÍS AFUERA…»
Tras dos días de presentación de los productos de «Ancestral» en el Cat Street de Harajuku, la diseñadora Camila Orué, afirmó que la experiencia «fue muy gratificante» al confirmar que los japoneses aprecian y valoran en su justa medida la artesanía hecha a mano.
«Cuando salís afuera puedes darte cuenta que la artesanía representa a tu cultura y es única. Es valorada por los japoneses», afirmó Camila. «Les sorprendió mucho el hecho a mano y el proceso artesanal que es opuesto a todo lo que hacen aquí es todo muy rápido y con mucha tecnología», apuntó.
El Cat Street quedó sorprendido por el encaje Jú, que es un tejido elaborado con un hilo de algodón y aguja con un nudo en cada cuadrado, como si fuera una red de pescar. «Es algo muy delicado, pero a la vez es un tejido muy fuerte que no se deshace ni cuando se corta», señaló Camila.
Los representantes de la japonesa Tenne, una marca de ropa artesanal de algodón orgánico, quedaron asombrados cuando supieron la existencia en Paraguay de algodón verde, rojo o marrón, que no es tinte sino que germina así de la misma planta.
¿Volverán a Japón? «Yo creo que sí, creo que hay probabilidad», dijo Camila finalmente. (RI/International Press)
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