Un empresario residente en la ciudad de Kobe y sus parientes no declararon 5.200 millones de yenes (alrededor de 40 millones de dólares) en ingresos durante un periodo de cinco años hasta 2020.
La cifra salió a la luz gracias a una investigación de la Oficina Regional de Impuestos de Osaka, informa Mainichi Shimbun.
Los involucrados tuvieron que pagar alrededor de 1.800 millones de yenes (13,5 millones de dólares) en impuestos y multas.
El hombre, dueño de una empresa de bienes raíces, y sus familiares habían heredado acciones de una compañía que cotiza en Taiwán de otro pariente que había fallecido y poseía grandes cantidades de activos en Japón y el extranjero.
Los activos, incluyendo las acciones, se transfirieron a una sociedad de gestión de fondos que establecieron en un paraíso fiscal, y recibieron dividendos y otros pagos.
El empresario, un hombre en la cincuentena, transfirió bienes a familiares, pero estos no presentaron declaraciones de impuestos.
Por otro lado, la Agencia Tributaria Nacional de Japón detectó que los ingresos no declarados por parte de los ricos durante un periodo de un año hasta junio de 2022 alcanzaron los 83.900 millones de yenes (629 millones de dólares), casi el doble de la cifra reportada cinco años antes (44.100 millones de yenes o 331 millones de dólares). (International Press)
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