La isla de Oteshima, situada en la prefectura de Kagawa, tiene una superficie de 0,6 kilómetros cuadrados y 34 habitantes. Akino Imanaka, una adolescente de 15 años, es la única persona menor de 18 años que vive en la remota isla.
Akino ha sido protagonista de una historia excepcional: el 14 de marzo fue la única estudiante en la ceremonia de graduación de su escuela, revela Mainichi Shimbun.
Más aún, Akino estudió sola los seis años de primaria y los tres de secundaria en su colegio.
La escuela alcanzó un pico de 91 estudiantes de primaria y secundaria en 1964. Desde entonces su número ha ido en declive.
Hace nueve años, la escuela reabrió primaria para que Akino pudiera estudiar. La secundaria se cerró en 2013, cuando su hermana mayor se graduó, y se reabrió en 2020 cuando Akino ingresó.
Con Akino egresada, el colegio se quedará sin alumnos.
Para que no sintiera sola, algunos de los cinco profesores de la escuela interpretaban el papel de estudiantes en clases para que la chica intercambiara opiniones con ellos.
Además, una vez a la semana visitaba una escuela fuera de la isla para que pudiera interactuar con otros alumnos.
A su ceremonia de graduación asistieron alrededor de 50 personas, entre ellas gente fuera de la isla.
Una emocionada Akino dijo que estaba muy feliz de haber nacido en Oteshima, y agradeció a sus profesores, su familia y la gente de la isla.
Asimismo, anunció una nueva vida llevando consigo los recuerdos de su tierra natal en el corazón.
Akino estudiará preparatoria en la prefectura de Kagawa, pero fuera de la isla. La muchacha vivirá con su hermana y su cuñado.
Oteshima, como gran parte de Japón, enfrenta el problema del envejecimiento de su población. La principal ocupación de la isla es la pesca.
Sus padres viven sobre todo de la pesca de pulpos. La madre declara a Mainichi que el encanto de Oteshima es que “la isla es como una gran familia”.
Los isleños siempre cuidaron de Akino. Su madre recuerda, por ejemplo, que cuando tenía fiebre la gente le llevaba comida. (International Press)
