El Sindicato Eléctrico, Denki Rengo, que agrupa a los trabajadores de las doce empresas eléctricas más importantes de Japón, pidió un aumento salarial mensual de 7.000 yenes en las negociaciones obrero-patronales de la llamada «Ofensiva de Primavera» 2023. Equivale a una mejora de más del 2% según el promedio del sueldo actual.
La nueva demanda supera con creces los 3.000 yenes solicitados en año pasado, siendo el pedido salarial más alto desde 1998, hace 25 años. Las compañías han fijado el 15 de marzo como fecha límite para expresar su posición e iniciar las negociaciones.
El pasado jueves, los sindicatos que agrupan a las grandes empresas del sector como Hitachi, NEC, Mitsubishi y Toshiba, comenzaron a entregar su pliego de reclamo salarial que pide un «aumento de 7.000 yenes o más».
El pedido se justifica por la disparada de los precios y por el buen desempeño corporativo de las empresas eléctricas que durante 2022 han subido sus precios hasta en 2,3 veces.
«Debemos apuntar a mejorar el nivel salarial para que podamos responder al aumento de los precios», dijo a la prensa Masafumi Jimbo, presidente ejecutivo de la central de Sindicatos Eléctricos.
Entre tanto, los sindicatos de trabajadores de las fabricantes de automóviles han demandado un incremento salarial superior a los 10.000 yenes por mes para compensar el encarecimiento de los alimentos y la energía.
Por su parte, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Japón, que incluye a las principales agrupaciones relacionadas a las industrias automotriz y de maquinaria eléctrica, ha decidido exigir un aumento salarial uniforme de al menos 6.000 yenes por mes. La cantidad duplica la solicitud del año pasado. (NI/RI/) (NI/RI/)