La ofensiva laboral de la primavera 2023 en Japón tendrá demandas salariales que superarán los 10.000 yenes mensuales, unos 75 dólares, en medio del aumento de precios de los alimentos y de la energía, el más alto en casi 40 años.
El Sindicato de Trabajdores de Subaru entregó ayer al presidente de la automotriz, Tomomi Nakamura, el documento que solicita un aumento de sueldo mensual de 10.200 yenes, casi 1,6 veces más que el año pasado.
Por su parte, el Sindicato de Honda está pidiendo un incremento de salarios de 12.500 yenes por mes, más de cuatro veces el pedido de 2022. Es la segunda demanda salarial más alta desde 1993, cuando los trabajadores pidieron 14.200 yenes.
El Sindicato de Toyota es el más moderado con una solicitud de aumento entre 3.570 y 9.370 yenes por mes, que aún así es la más alta en 20 años.
Los trabajadores de Suzuki han pedido 12.200 yenes, Nissan 12.000 yenes, mientras que Mazda y Mitsubishi negocian 13.000 yenes de aumento por mes.
Los sindicatos están haciendo estas fuertes demandas en estricta relación con el aumento de la carga familiar a causa de la disparada de precios.
El Ministerio del Interior y Comunicaciones dijo que el índice de precios al consumidor de diciembre de 2022 creció un 4% respecto al año anterior, excluyendo los alimentos frescos que fluctúan con mucha rapidez. Estas subidas son comparadas con el primer gran aumento de precios de diciembre de 1981, hace 41 años, a causa del impacto de la segunda crisis del petróleo.
Citado por el diario Yomiuri, Akihiro Kaneko, presidente de Jidosha Soren, que agrupa a todos los sindicados del sector automotriz, sostuvo que se trata de «garantizar la estabilidad en la vida de los trabajadores, algo esencial para mejorar la productividad empresarial».
Se sabe que el Sindicato Denki, que agrupa a los agremiados de las empresas eléctricas, está pidiendo un aumento que no baje de los 7.000 yenes, el doble que en 2022.
En las negociaciones obrero-patronales previas a la fecha de la respuesta, marcada para el 15 de marzo, la atención estará centrara en la capacidad de las empresas para dar un incremento salarial que exceda la tasa de inflación. (AG/RI/)
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