La empresa peruana Aizawa Corporation hizo una significativa donación a la Asociación para la Rehabilitación de Personas Liberadas de Prisión, filial de Gunma (Gunma Ken Kosei Hogo Kyokai). Es la primera vez que una compañía de la comunidad realiza este tipo de aportes.
La asociación es un movimiento civil que nació hace 133 años para impulsar proyectos de rehabilitación, reintegración y protección de personas recién liberadas de la prisión que buscan rehacer su vida y reintegrarse a la sociedad.
La iniciativa benéfica comenzó en Shizuoka en 1889 tras el suicidio de un ex presidiario que dejó testimonios de su ilusión por comenzar nuevamente, pero que al salir de la cárcel después de diez años fue rechazado por su familia, su esposa y la sociedad. Sin lugar donde vivir ni oportunidades para salir adelante se quitó la vida.
El hecho conmovió a Meizen Kimbara, un hombre de negocios que pidió la cooperación de la comunidad local y en 1888 construyó una instalación para recibir a los liberados de prisión.
La asociación cuenta ahora con un grupo de voluntarios, entre ellos los mismos agentes penitenciarios y jóvenes estudiantes que ayudan en los proyectos sociales que van desde el soporte psicológico, información y hasta la capacitación técnica y profesional.
«Sentí que las actividades de estos grupos y personas son un símbolo para crear una sociedad que no deje a nadie atrás», dijo Masao Aizawa, director general de Aizawa Corporation que opera en los negocios de venta de automóviles, inmobiliaria y seguros de vida.
«Como nuestro objetivo es lograr una sociedad multicultural, haremos todo lo posible para que nadie se que atrás», agregó el empresario peruano. «Es la primera vez que una empresa de la comunidad se acerca a ellos para contribuir. Se sorprendieron gratamente». (PR/)
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