El gobernador de la prefectura de Gunma, Ichita Yamamoto, se ha defendido de las críticas a su decisión de permitir la contratación de funcionarios extranjeros.
Gunma ha decidido abolir los criterios basados en la nacionalidad para el reclutamiento de empleados desde el próximo año, informó Mainichi Shimbun.
Para apuntalar su postura, Yamamoto destacó la contribución de los extranjeros a Gunma.
“La economía de la prefectura no funcionaría sin (el trabajo de) los ciudadanos extranjeros en campos como la construcción, el turismo, los servicios y el cuidado de ancianos”, enfatizó.
La convivencia con los extranjeros es inevitable, y el gobernador pidió a los residentes “comprensión” al respecto.
Desde que Gunma anunció la apertura a los extranjeros, la prefectura ha recibido alrededor de 70 mensajes de protesta o rechazo.
Una persona preguntó si este paso anunciado por el gobierno prefectural podría dar lugar, más adelante, a que los extranjeros también puedan votar.
Otro residente puso en duda que los extranjeros cumplan la ley japonesa.
Ahora bien, el acceso de los extranjeros a puestos públicos no será total, en línea con la postura del gobierno de Japón, que aboga por funcionarios de nacionalidad japonesa en cargos que involucren la toma de decisiones públicas.
Eso significa, por ejemplo, que los extranjeros no podrán ocupar puestos directivos en Gunma. (International Press)