El salón de clases de una escuela de primaria en la prefectura de Yamagata estuvo cerrado del 12 al 14 de septiembre después de que alrededor de 10 estudiantes dieron positivo por COVID-19.
Cuando los niños infectados, ya superada la enfermedad, regresaron al colegio el 21 de septiembre, encontraron sus escritorios fuera del salón, en el pasillo exterior, revela Asahi Shimbun.
Los pupitres estaban fuera del aula por orden del maestro principal.
Algunos padres se quejaron ante la escuela municipal de que el profesor trataba a sus hijos como “gérmenes”.
La escuela, ubicada en la ciudad de Yamanobe, ofreció disculpas a los padres.
Por su parte, la junta educativa local también presentó sus disculpas por el “acto insensible”, aunque aseguró que el profesor no había tenido la intención de discriminar a los niños.
De acuerdo con su versión, el maestro principal buscó colocar los escritorios lo más lejos unos de otros como medida preventiva contra el virus. (International Press)
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