“¿Por qué la Iglesia de la Unificación se ha convertido en un dolor de cabeza para Kishida?”.
Así titula Reuters un artículo en el que detalla cómo la controvertida organización religiosa ha debilitado el respaldo de los japoneses al gobierno del primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Una encuesta de la NHK reveló que el apoyo al gobierno ha caído a 46 %, la proporción más baja desde que Kishida asumió el poder en octubre de 2021.
Muchos de los ciudadanos encuestados quieren una explicación sobre las relaciones de la Iglesia con legisladores y ministros del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD).
Uno de ellos, el exministro de Defensa, Nobuo Kishi, admitió que miembros de la organización religiosa lo ayudaron durante una campaña electoral. Kishi es hermano del asesinado ex primer ministro, Shinzo Abe.
Para revertir la situación y alejar las sospechas que planean sobre su gobierno por los lazos con la Iglesia, Kishida remodeló su gabinete el miércoles.
Sin embargo, cada vez surgen más miembros del PLD que admiten sus conexiones con la organización, considerada como una secta.
El secretario general del PLD, Toshimitsu Motegi, aclaró que el partido no tiene nexos a nivel de organización con la Iglesia. Los lazos son individuales.
Por su parte, el primer ministro de Japón aseguró que no tiene relaciones con la Iglesia. Con respecto a los funcionarios de su gobierno que sí las tienen, Kishida enfatizó que deben “revisarlas a fondo”.
La Iglesia de la Unificación, fundada en Corea del Sur en 1954 por Sun Myung Moon, encontró en Japón uno de sus primeros destinos internacionales y su principal fuente de ingresos durante décadas a través de donaciones o la venta de artículos religiosos.
La prédica anticomunista de Moon halló eco en los líderes políticos conservadores de Japón.
La iglesia y el PLD comparten, entre otras cosas, su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y apoyan la revisión de la Constitución pacifista de Japón, explicó el periodista Eito Suzuki, especializado en el tema, a Reuters.
La iglesia asegura tener unos 600.000 miembros en Japón y 10 millones en todo el mundo. (International Press)