Varios servicios de inteligencia occidentales y el ucraniano han señalado a las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa como responsables del asesinato de 53 prisioneros del Regimiento Azov en un centro de reclusión en Olenivka, en la región de Donetsk ocupada.
El 29 de julio, los medios rusos informaron acerca de un bombardeo del edificio donde se encontraban prisioneros ucranianos. Se aseguró que la autora del ataque era la artillería de Ucrania utilizando el lanzacohetes de largo alcance Himars proporcionado por EEUU. Como prueba, Moscú presentó restos de proyectiles utilizados por esa plataforma.
Sin embargo, los primeros análisis de las imágenes presentadas por Rusia y fotografías satelitales no están respaldando la trama de Moscú.
InformNapalm, una comunidad de inteligencia internacional, llegó a la conclusión de que no se trata de un ataque tipo Himars ni de ningún otro lanzacohetes. Explicó que a raíz del supuesto «golpe de cohetes» no salió volando los ladrillos del edificio como suele ocurrir con un impacto real con este tipo de munición, altamente destructiva. «Las camas no se movieron ni un centímetro…», precisó.
En cambio, el análisis sostiene que podría tratarse de una bomba termobárica, que simplemente fue disparada contra el edificio a través de las ventanas bloqueando todas las salidas. Además, se cree que también hubo una explosión termobárica desde el interior.
Esta arma, también conocida como explosivo de aire combustible, crea una onda expansiva de presión y calor extremos que en espacios cerrados multiplica su carácter de muerte indiscriminada.
Hoy, el Estado Mayor de Ucrania negó las acusaciones rusas de que el ataque fue realizado por sus Fuerzas Armadas. «Los rusos intentan ocultar la tortura y el asesinato de prisioneros», dijo el alto mando ucraniano.
Las agencias de inteligencia occidentales consideran que el asesinato de prisioneros ucranianos en Olenivka, fue organizado por los mercenarios del «Grupo Wagner» siguiendo instrucciones personales de Yevgeny Prigozhin, un personaje del círculo de Putin, sin coordinarlo con la dirección del Ministerio de Defensa ruso.
El Servicio de Inteligencia Ucraniano interceptó conversaciones telefónicas en las que mandos de ocupación confirman que sus tropas son responsables de la explosión en Olenivka que mató a los prisioneros ucranianos.
La posición de Moscú ha empeorado por una publicación en Twitter de la Embajada de Rusia en Reino Unido al día siguiente del asesinato de los prisioneros de Azov en Olenivka, diciendo que «no son verdaderos soldados… merecen una muerte humillante». La publicación fue censurada por Twitter por incitar al odio, aunque podía leerse. (RI/AG/)
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