El presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública de Japón, Satoshi Ninoyu, tiene 77 años y ya no maneja coches.
Ninoyu anunció ante los medios que devolverá su permiso de conducir con la esperanza de que otros automovilistas mayores sigan sus pasos.
“Soy un anciano y no debo causar un accidente de tránsito, así que decidí dejar mi licencia”, dijo el funcionario.
Para movilizarse en la zona donde él vive, “hay autobuses, metro y taxis”, añadió el también miembro del Parlamento japonés.
Ninoyu hizo pública su decisión un día antes de que entrara en vigor una nueva disposición en la ley de tránsito en Japón que endurece los requisitos para renovar la licencia de conducir a personas de 75 años o más ante los accidentes que causan los conductores de la tercera edad.
Justamente un grave accidente motivó a Ninoyu a dejar de conducir.
En 2019, un conductor de 87 años mató a una mujer y a su hija de tres años en una calle en Tokio. Además, hirió a nueve personas.
El octogenario había presionado el acelerador en vez del freno y cruzó dos intersecciones con semáforos en rojo. Su coche llegó a alcanzar una velocidad de 96 kilómetros por hora. (International Press)
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