En Rusia no hay alegría en las calles…. en Rusia no hay grandes manifestaciones espontáneas de apoyo a su supuesto “triunfo nacional” como suele ocurrir en cualquier país que logra un objetivo… en Rusia lloran por sus hijos y por sus hermanos muertos en una guerra provocada por unos pocos entre los que se encuentra un autócrata, auto iluminado, un especialista bien amamantado por la KGB, la Stasi, y cuanta mente criminal se dedica a planificar la masacre de sus enemigos.
En Rusia no hay alegría porque pueden entender que las regiones autónomas de Donesk y Lubsank pasen a integrar la Federación Rus, ya que la mayoría son rusos de nacimiento, por lo que hablan ruso y hasta rezan siguiendo al Patriarca Ortodoxo de Moscú; pueden entender que haya que detener la ambiciosa ampliación de la OTAN con una implantación en Ucrania en contra de los intereses rusos, pero no pueden entender por qué hay que entrar con tanques, aviones, bombas en una nación hermana, con la que les une innumerables lazos de todo tipo, incluyendo lazos entre familias que ven cómo se les separa con sangre.
los ucranianos se preguntan hasta dónde quiere llegar Putin… no es solo derrocar un gobierno, no es solo destruir nuestra economía, no es solo anular a la OTAN
La bella Ucrania, con sus campos de trigo y de flores, sus danzas, sus paisajes y sus ríos, con su capital Kiev, una de las ciudades más bellas del planeta, sus poetas y escritores reconocidos por toda Rusia, sus héroes nacionales que lucharon brazo a brazo con los héroes rusos en tantas batallas, especialmente en la Gran Guerra Patria, combatiendo a los nazis, defendiendo libertades y escribiendo juntos páginas gloriosas en Odessa, en Sebastopol, en Yalta.
Y los ucranianos se preguntan hasta dónde quiere llegar Putin… no es solo derrocar un gobierno, no es solo destruir nuestra economía, no es solo anular a la OTAN y sus misiles… Es convertir a Ucrania en otra Eslovenia, con presidente títere y pueblo oprimido; es transformar nuestra propia cultura, nuestro estilo de vivir, nuestra capacidad de relacionarnos con muchos otros pueblos, nuestra dimensión universal que aporta, sin aplastar a nadie, a la construcción de un mundo de paz.
Es cierto que los intereses de los gobiernos que conforman la OTAN tienen sus propios objetivos en Ucrania, y que no están teniendo en cuenta las manifestaciones solidarias que está habiendo en sus propios países demandando el fin de la guerra, (de las guerras mejor dicho la rusa y la llamada occidental), y la defensa del diálogo y de la paz, dejando de lado los misiles y los tanques en ambos lados. Eso es cierto, pero en estos momentos, de manera clara, nos unimos a la condena a la invasión rusa a una nación vecina, y nuestra defensa de la Carta de la ONU para que se aplique de manera integral, total, sin vetos de ninguna clase. La vida y la paz están por encima de todo lo demás. No nos matemos entre hermanos.
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