Un niño de 11 años se dirigía a pie a la entrada de un edificio de 15 pisos en la ciudad de Osaka cuando comenzaron a caerle piedras.
Tres cayeron cerca de él y, por suerte, ninguna lo golpeó. El hecho ocurrió el jueves alrededor de las 4:30 p. m.
La policía de Osaka está investigando el incidente como un intento de asesinato, informa Mainichi Shimbun.
Para la policía, las piedras, del tamaño de un puño, fueron arrojadas de manera deliberada con la intención de hacer daño al niño.
El chico, un estudiante de quinto grado de primaria, corrió hacia la entrada del edificio cuando las piedras comenzaron a caer. (International Press)