La estudiante universitaria de 19 años que el mes pasado confesó que había filtrado preguntas del examen de ingreso a la Universidad de Tokio tuvo un cómplice.
Cuando se entregó a la policía, la mujer dijo que había actuado sola.
De acuerdo con su confesión inicial, grabó con su smartphone, escondido en la manga de su chaqueta, un video de la prueba, realizó capturas de pantalla y envió las imágenes.
Sin embargo, más adelante la joven se retractó. En su nueva declaración, dijo que compartió el video con su cómplice, un veinteañero, a quien pidió que hiciera las capturas de pantalla.
El hombre lo hizo y envió las imágenes a estudiantes de la Universidad de Tokio que la joven había conocido en un sitio web de tutores para que respondieran las preguntas, revela Yomiuri Shimbun, citando a fuentes relacionadas con la investigación.
La policía de Tokio ha acusado a la joven y a su cómplice por su ilegal proceder.
El video que grabó la mujer contenía preguntas de la prueba de Historia Universal. Los estudiantes del sitio web de tutores que las respondieron y enviaron mientras aún se realizaba el examen no sabían de la trampa.
La estudiante se entregó a la policía el 27 de enero, un día después de que los medios informaran de la filtración de las preguntas. (International Press)