A mediados de noviembre de 2020, Le Thi Thuy Linh, una joven vietnamita que reside en Japón como aprendiz, dio a luz a unos gemelos que murieron al nacer en su vivienda en la prefectura de Kumamoto.
Linh puso los cuerpos de los bebés en una caja de cartón, la selló con cinta adhesiva y la guardó en una repisa de su habitación.
Esta semana, el Tribunal Superior de Fukuoka halló culpable a la mujer de 22 años de abandonar los cuerpos de sus hijos y la condenó a tres meses de prisión, pena suspendida durante dos años, informó Asahi Shimbun.
Si bien el tribunal sostuvo que la mujer estaba afligida por el trágico hecho y
había actuado con delicadeza al envolver los cadáveres con una toalla y guardarlos en la caja, era culpable por su voluntad de esconder los cuerpos y que no fueran encontrados.
La vietnamita, según el fallo, había tenido suficientes oportunidades para pedir ayuda a otras personas.
La mujer mantuvo su inocencia y anunció su intención de apelar el veredicto.
No habló de su embarazo con otras personas porque tenía miedo de que la deportaran. La mujer sabía que las aprendices en Japón son empujadas a retornar a sus países si están embarazadas.
El abogado de Linh declaró que “el tribunal no vio la dura realidad que enfrenta una aprendiz, en medio del temor de que pueda ser deportada a su país si alguien se entera de su embarazo”.
El Tribunal Superior de Fukuoka revocó el fallo de un tribunal inferior, que había impuesto una condena más severa: ocho meses de prisión, pena suspendida durante tres años. (International Press)
