Japón ha reducido el intervalo entre la segunda y la tercera dosis de las vacunas contra el coronavirus de ocho a seis meses.
Actualmente, la dosis de refuerzo se está aplicando a los trabajadores de salud, a quienes seguirán las personas de 65 años o más.
En total, alrededor de 31 millones de personas.
En declaraciones a Kyodo, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que además del personal médico y los ancianos, “nos gustaría considerar el adelanto (del cronograma de las terceras dosis) tanto como fuera posible”, ante la propagación de la variante ómicron.
Kishida manifestó que analizará con minuciosidad la situación durante la temporada vacacional de fin de año para entonces elaborar un juicio sobre las medidas a adoptar para atajar el virus.
El primer ministro enfatizó que Japón tiene que prepararse para el peor de los escenarios, motivo por el cual los rígidos controles fronterizos, entre los más estrictos de los países desarrollados, permanecerán vigentes por el momento.
Japón prohíbe el ingreso a extranjeros no residentes.
Más del 77 % de la población en Japón está completamente vacunada. Hasta el momento, se aplican las vacunas de Pfizer y Moderna para las dosis de refuerzo. (International Press)
