Un panel de expertos del gobierno japonés planteó dos propuestas para evitar que la familia imperial siga reduciéndose, pero no emitió recomendaciones sobre la línea de sucesión.
En la actualidad, la familia real japonesa está formada por 17 personas, incluidas cinco solteras. Si una de ellas se casa con un plebeyo debe abandonar la casa imperial, por lo que existe la preocupación de que la familia se reduzca aún más.
El panel planteó que las mujeres de la familia imperial mantengan su estatus real aunque se casen con un plebeyo, aunque no se dice nada si serán libres de renunciar a esa posición. En todo caso, este cambio solo se aplicaría a los nacidos después de la implementación de una nueva ley.
La otra posibilidad sería reintegrar a los parientes varones antiguas ramas de la familia imperial que fueron removidas después de la Segunda Guerra Mundial. Estas personas serían adoptadas por la casa real, pero no tendrían derecho a convertirse en herederos del trono.
Solo los varones de la familia real que mantienen el linaje por parte del padre pueden asumir al trono. De esta forma, califican el hermano menor de Naruhito, el príncipe heredero Akishino, seguido de su hijo Hisahito, y el tío abuelo del emperador, el príncipe Hitachi de 86 años y sin hijos.
Si las dos opciones planteadas por el panel no evitan que la familia real siga reduciéndose en panel propuso que los herederos al trono varones de antiguas ramas formen parte de la casa imperial por ley.
Estas conclusiones fueron presentadas al primer ministro Fumio Kishida y ahora debe pasar al parlamento para su discusión.
El panel consideró que “asegurar el número de miembros de la casa imperial es un tema urgente” y “que no ha llegado el momento” de discutir la línea de sucesión después del joven príncipe Hisahito. Tampoco se abordó la coronación de una emperatriz ni acerca de trazar líneas de sucesión a partir de lazos matrilineales. No hay ningún caso en la historia en que los hijos de una emperatriz y un plebeyo asciendan al trono de Japón. (RI/AG/CI/)
