El 30 de diciembre de 2000, una persona asesinó a Mikio Miyazawa, de 44 años, su esposa Yasuko (41), su hija Niina (8) y su hijo Rei (6) en su casa en Tokio. Sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente.
21 años después, la policía no ha logrado localizar al asesino, pese al esfuerzo de alrededor de 280 mil agentes involucrados en el caso a lo largo del tiempo.
La policía ha recibido más de 16.000 datos del público, ninguno de los cuales ha conducido al esclarecimiento del caso.
El fin de semana pasado, como hace cada año, la policía distribuyó volantes sobre el cuádruple asesinato con la esperanza de recabar información que lleve a la captura del homicida.
La recompensa por información útil que derive en el arresto del asesino asciende a 20 millones de yenes (176 mil dólares), informó Japan Today.
Miyazawa, su esposa y su hija fueron apuñalados. El niño fue estrangulado.
La policía halló evidencias en la escena del crimen. Por ejemplo, las huellas dactilares del criminal en una computadora de la familia.
También se halló sangre que no era de la familia y cuyo análisis sugiere que el criminal tiene una madre de ascendencia europea. Además, el análisis del cromosoma Y indica que el padre es de ascendencia asiática.
El hombre es delgado y mide alrededor de 170 cms de altura.
La policía también encontró un cuchillo y prendas que el asesino utilizó, como un suéter. 130 suéteres como el que usó se vendieron en Tokio, pero solo se pudo localizar a los dueños de 12.
El asesino pasó varias horas en la casa antes de abandonarla en las primeras horas del 31 de diciembre.
La policía de Tokio aseguró que continuará investigando el caso hasta resolverlo. (International Press)