El Tribunal de Distrito de Yokohama condenó hoy a cárcel indefinida a la exenfermera Ayumi Kuboki por el asesinato en 2016 de tres pacientes internados en el antiguo Hospital Oguchi a quienes envenenó poniendo desinfectante en la bolsa del suero.
Vestida con un traje gris, con su mascarilla y la mirada al frente, Kuboki de 34 años, escuchó su sentencia. El juez, Kazunori Karei, dijo que Kuboki, quien admitió los asesinatos, puede ser considerada responsable de los crímenes tal como señalaron los fiscales durante el juicio: «Ella cometió estos actos sabiendo que eran ilegales».
Sin embargo, concluyó que condenar a Kuboki a cárcel indefinida era razonable porque su actitud durante el juicio era de arrepentimiento.
«Ella comprende la enorme gravedad de los crímenes e incluso dijo en su declaración final que quería enmendar sus faltas con su propia muerte», expresó el juez. «Al hacer que enfrente el peso de su culpa por el resto de su vida, es justo que vuelva al camino correcto en la vida», concluyó.
La mujer fue acusada de haber dado muerte en septiembre de 2016 a Sozo Nishikawa de 88 años, Asae Okitsu de 78 y a Nobuo Yamaki de 88, a quienes suministró una solución antiséptica llamada “Diamitol” que mezcló en el suero que recibían estos pacientes.
Los fiscales habían pedido la pena de muerte estableciendo que Kuboki organizó los tiempos del goteo intravenoso para que los pacientes murieran cuando ella estuviera fuera de servicio y no tener que lidiar con los parientes de los fallecidos. Las enfermeras del hospital debían avisar a la familia del paciente si este moría durante su turno. (RI/PJ/)
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