El mes pasado, un hombre de 27 años se acercó a una joven en una calle en Osaka para preguntarle por una dirección. Era de noche. Acto seguido, le pidió que le dejara cargar la batería de su teléfono celular en casa de ella y la siguió.
La mujer le pidió que se fuera, pero el hombre entró por la fuerza a su vivienda, la arrojó a un sofá e intentó agredirla sexualmente. Ella opuso resistencia y le dijo que llamaría a la policía. De pronto el hombre se inclinó hasta el suelo en señal de disculpa, le pidió que no se lo dijera a nadie y huyó de la casa.
El sujeto, Tomohiro Ogawa, fue arrestado por intento de violación y entrar ilegalmente en la casa de la mujer.
Ogawa fue identificado gracias a las imágenes de cámaras de seguridad.
La joven, según Mainichi Shimbun, comenzó a sospechar de Ogawa cuando notó que la carga de la batería de su celular estaba en 90 %.
Tras su arresto Ogawa no solo admitió las acusaciones, también dijo: «Hablé con unas 1.500 mujeres que parecían amables en los últimos tres años y entré en las casas de unas 20 de ellas».
El Tribunal de Distrito de Osaka lo acusó este mes de varios cargos, entre ellos el de intento de violación. (International Press)
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