Unos 45.000 restaurantes, casi el 10% del total, cerraron en todo el país por efecto de la expansión del coronavirus, dijo una proyección de Nihon Keizai y NTT Townpage.
Las declaraciones de emergencia y las “medidas especiales” que incluía los cierres adelantados del horario de atención y la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas fueron determinantes que estos negocios dejaran de funcionar.
Los gobiernos locales implementaron ayudas económicas para compensar la caída de las ventas a causa de las restricciones sanitarias, pero para muchos comercios esto resultó absolutamente insuficiente. Los restaurantes con alquileres altos y mayor gasto por mano de obra han sido los más afectados.
NTT Eat/West reportó una reducción en su base de datos en el números de teléfonos y direcciones de restaurantes que dejaron de funcionar desde el año pasado.
A finales de enero de 2020, cuando comenzó el coronavirus, estaban registrados 458.000 restaurantes y a finales de agosto de este año, sumaban 413.000, una caída de 45.000. Unos 16.000 negocios fueron cerrados en cinco prefecturas donde hubo declaración de emergencia por el virus: Hokkaido, Tokio, Aichi, Osaka y Fukuoka.
la caída de la movilidad de personas y los controles sanitarios en los negocios por el coronavirus han acelerado la caída de los restaurantes.
Según el “Censo de Actividad Económica” realizado en 2016 por los ministerios del Interior y Comunicaciones y Economía el número de restaurantes en todo Japón era de unos 500.000.
Twonpage sostuvo que en los últimos años han desaparecido entre 10.000 y 20.000 restaurantes a medida que ha ido reduciéndose la población japonesa. Sin embargo, caída de la movilidad de personas y los controles sanitarios en los negocios por el coronavirus han acelerado la caída de este tipo de comercios.
El impacto en el empleo por los cierres ha sido importante. Datos oficiales hasta julio de este año, dijeron que el número de empleados en los restaurantes era de 3,68 millones, una caída de 400.000 respecto a marzo de 2020.
Entre tanto, el gobierno central planea usar el pasaporte de vacunación y la prueba PCR negativa para levantar más restricciones sanitarias en los restaurantes como por ejemplo ampliar el horario de atención más allá de las 21.00 horas. La preocupación sobre una sexta ola de contagios está dificultando la toma de decisiones oficiales. (AG/NI/)
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