Reacciones contrapuestas ha causado la decisión del gobierno de Japón de declarar un nuevo estado de emergencia en cuatro prefecturas, entre ellas Tokio, para contener la propagación de coronavirus.
“No otra vez”, dicen quienes están en contra de la medida. «Demasiado tarde», opinan aquellos que, por el contrario, están a favor de medidas más severas, como una mujer de 70 años, residente en Tokio, que declaró a Mainichi Shimbun: «En lugar de repetir las medidas y levantar (después) la declaración (de emergencia), espero que las autoridades tomen medidas fuertes para reprimir el coronavirus de una vez, al igual que los confinamientos en el extranjero».
Por su parte, Kyoko Kaneko, una mujer de 67 años, dijo que «el gobierno central y el gobierno metropolitano (de Tokio) han tardado demasiado en responder» y que en vez de aplicar medidas de cuasi emergencia (menos severas) debieron haber declarado el estado de emergencia antes.
Hisako Kikuchi, una mujer de 75 años, fue de la misma opinión: muy tarde. La anciana aseguró que se recluirá en casa una vez que se establezca el estado de emergencia.
Una mujer de 65 años también exteriorizó su contrariedad: «Las medidas (contra el coronavirus) están cambiando todo el tiempo y no veo ningún resultado. Siento que la gente ya no está cooperando».
En la otra orilla, un trabajador de una importante tienda por departamentos expresó su decepción ante el escenario de que, por segundo año consecutivo, el lugar donde trabaja esté cerrado durante el período de vacaciones de Golden Week, entre fines de abril y principios de mayo.
El empleado hizo hincapié en que los grandes almacenes se han esforzado durante un año para crear un ambiente seguro y no le encontró sentido al hecho de que tengan que cerrar pese a no ser fuentes importantes de contagio.
Finalmente, un joven de 21 años que reside en la prefectura de Kanagawa, lamentó: «Estoy cansado de no salir. No podré salir con mis amigos». (International Press)
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