El 18 de agosto de 2020, tres personas interceptaron a un ejecutivo chino de 66 años que se desplazaba en una bicicleta en el distrito de Ginza, Tokio, y lo metieron en una camioneta.
Los delincuentes le rociaron gas pimienta, le vendaron los ojos y lo ataron con cinta adhesiva.
Los secuestradores exigieron un rescate de 30 millones de yenes (287 mil dólares) en efectivo.
La policía de Tokio investigó el caso y anunció el arresto de la hija de la víctima por haber ordenado el secuestro de su padre.
La mujer tiene 37 años y también es china, según Tokyo Reporter.
La acusación que recae sobre ella es la de secuestro y confinamiento causantes de lesiones.
La víctima fue liberada el mismo día del incidente, unas cinco horas después, en el estacionamiento de un hotel en la prefectura de Chiba.
Padre e hija tuvieron una disputa sobre la gestión de una compañía de cosméticos de la que ella era directora y él es presidente. La mujer salió de la empresa.
La hija fue capturada mientras se dirigía a la prefectura de Hokkaido.
El caso involucra a siete personas (incluyendo a la mujer), entre ellos un miembro de la yakuza. Todos han sido arrestados. (International Press)
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