Hola, cómo se encuentran. Hoy quiero escribir, aprovechando que es su cumpleaños, sobre un gran jugador, gran amigo y, a no dudar, el mejor futbolista de todos los tiempos de la colonia japonesa en Perú. Me refiero a Jorge “Koky” Hirano, del menudo jugador que la rompió en todos los equipos por donde transitó y en la Selección Peruana.
Recuerdo en la década de los ’80, cuando en Japón aún no existía el fútbol profesional, iban al AELU (Asociación Estadio La Unión) en Lima representantes de la empresa japonesa “Fujita Kogyo” (actual “Bellmare” de la primera división de la J-League) y contrataban por uno o dos años a jugadores destacados de la colectividad japonesa. En una de esas ocasiones, los elegidos fueron Jorge “Koky” Hirano y Emilio Murakami. En ese tiempo yo tenía unos 15 años y siempre estaba atento a los comentarios sobre ellos que salían en el medio informativo de la colectividad.
Recuerdo que una vez publicaron la nota de un diario japonés que hablaba de ellos y junto a su fotografía decían cosas como: “Fuerza Latina” y “Poder Inca”. Esto me alegraba y enorgullecía mientras soñaba con poder tener la misma oportunidad de jugar en Japón, cosa que nunca sucedió.
Fujita Kogyo, fue una gran experiencia para ellos donde lo que más aprendieron fue la disciplina, responsabilidad y el idioma japonés, porque deportivamente hablando, en esa época, creo que era más lo que ellos podían enseñar que lo que podían aprender.
Pero bueno aquí no vengo a detallar su carrera futbolística, que fácilmente podrían encontrar en Wikipedia. Aquí quiero contarles algunas anécdotas que me ocurrieron con él.
Mi primer encuentro con él fue en una reunión en el AELU. Koky recién llegado de Japón y nosotros en la selección del club, preparándonos para una gira por Brasil con el AELU, eso fue más o menos a fines del ’81. Realmente para mí fue bastante gratificante poder compartir con todos y en especial con él, de igual a igual, y no como un hincha tras su ídolo.
Luego, a finales del ’83 me tocó debutar profesionalmente en el arco del Deportivo Municipal justo contra el Sporting Cristal, equipo donde militaba Koky. No recuerdo exactamente si ese partido él lo llegó a jugar (creo que no).
Después en el ’84, recuerdo claramente que en el torneo interno de fútbol del AELU llegaron a la final el club “Sport Unión”, el equipo de la colonia donde siempre jugaba Koky, y el club “Carper”, que era el mío.
En ese tiempo, Koky ya era Koky, brillaba semana tras semana en Cristal con el que salió campeón un año antes. Yo seguía en el “Muni” y estaba integrando mi segunda selección juvenil del Perú. O sea, no sé si merecidamente, pero dentro de la colectividad me “reventaban cohetes” (jajaja) y ambos, cada vez que no jugábamos o no nos concentraban en nuestros clubes, íbamos para ponernos la camiseta de nuestros respectivos equipos nikkei.
El boletín de la colonia se puso “mosca” y aprovechó esa coyuntura para publicitar la gran final de aquel año, diciendo entre otras cosas que se trataba de “un duelo entre Koky y Beto”. Lamentablemente, justo ese fin de semana salí concentrado con el Deportivo Municipal y no pude asistir al partido.
Luego me enteré por amigos y por el boletín, que el Sport Unión había ganado la final por 3 o 4 a 0, con un gran show de Koki que se había “banqueteado” con los defensas y el arquero del “Carper”. Estaba triste por el resultado, pero debo confesar que lo primero que pasó por mi cabeza fue ¡uff!, felizmente me concentraron porque si no hubiese sido yo quien hubiera terminado gateando aquella vez.
Fuera de bromas, no sé cómo hubiese sido el resultado si yo hubiera jugado, aunque no creo que hubiera cambiado mucho, porque dentro de la colonia él era nuestro “Maradona”, lo digo porque fácilmente se ponía el equipo al hombro y lo sacaba adelante enfrente a quien enfrente.
Tras esa oportunidad pudimos enfrentarnos un par de veces, pero el destino y las concentraciones lo evitaron nuevamente. Él fue contratado por el Bolívar de La Paz y yo jugué unos años más en la profesional hasta que vine a Japón.
Rara y peculiar coincidencia que ambos, habiendo jugado tantos años en la profesional y en los campeonatos internos del AELU, nunca nos hayamos enfrentado ni jugado juntos. Ni aquí en Japón, a donde él y yo migramos, y en donde los latinos se reúnen y forman equipos para torneos amateurs.
Recuerdo que una vez recibí la llamada de alguien a quien no conocía y que se presentó como Lorenzo Requena y que tenía un equipo en Narita, Chiba. Me preguntó si podía ir a “reforzar” el equipo por algunos partidos y me dijo que Koky también jugaba con ellos, cosa que me animó a ir.
Pero imaginen cómo es el destino, el día que fui a jugar, Koky tenía trabajo y no podía venir. O sea, ni en partidos de equipos latinos aquí en Japón se pudo dar la oportunidad de jugar juntos ya sea de rivales o de compañeros.
Luego de muchos años nos volvimos a encontrar fortuitamente aquí en Japón, en unas votaciones electorales a finales de la década de los ‘90, pero sólo por unos minutos. Me dio mucho gusto verlo, hasta que abril del 2019 el periodista Fernando Sea organizó en Nagoya una significativa ceremonia para reunir a exjugadores profesionales que radican en Japón.
En esa velada sí compartimos, conocí a su bella familia y déjenme decirles que Koky estaba igualito que cuando jugaba. Con el mismo físico, cabellera y la chispa de siempre. Particularmente llegué a pensar que debía estar durmiendo en un “freezer” para conservarse tan bien. No le doy otra explicación…jajaja.
Pero bueno, solo quise compartir y recordar con ustedes algunos pasajes que viví con “Koky” Hirano. Es el honor más grande ser tu amigo. ¡Feliz cumpleaños!
(*) Beto Akatsuka, Ex jugador profesional de fútbol, dos veces seleccionado juvenil de su país y bachiller de CC.CC (U.P.S.M.P). Radicado en Japón desde 1993.
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