La división de asuntos exteriores de la policía de Tokio está dividida en tres unidades: la primera se ocupa principalmente de Rusia y Europa; la segunda, de China y Corea del Norte; y la tercera, de organizaciones terroristas internacionales, como el Estado Islámico.
La policía tokiota ha decidido reorganizar su división para lidiar con las amenazas que representan las actividades de espionaje de China y Corea del Norte a la seguridad nacional de Japón, creando una unidad para cada uno de los dos países, revela Asahi Shimbun.
Con mayor personal, recopilará información y la someterá a análisis.
Con respecto a China, una ley establece que los ciudadanos chinos deben cooperar con su país en actividades de espionaje contra naciones extranjeras.
La norma incluye a gente que estudia fuera de China y personas que trabajan para empresas extranjeras en el extranjero.
Existe una creciente preocupación en todo el mundo sobre las tecnologías avanzadas y los datos personales robados por China, según Asahi.
La policía japonesa ha descubierto repetidas filtraciones de datos, cuya autoría al parecer proviene de China.
Otro frente abierto con el gigante asiático son las constantes incursiones de embarcaciones chinas en aguas de las islas Senkaku, en poder de Japón y cuya soberanía reclaman los chinos.
Con respecto a Corea del Norte, en Japón existe preocupación por la exhibición el mes pasado, en un desfile militar en Pyongyang, de nuevos misiles balísticos intercontinentales.
Corea del Norte aún realiza actividades de espionaje en Japón, según la policía de Tokio, que buscará fondos del gobierno metropolitano de la capital japonesa para llevar a cabo la reorganización. (International Press)
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