En febrero de 2014, un niño de dos años murió después de recibir una dosis letal del anestésico propofol en el hospital de la Universidad Médica de Mujeres de Tokio.
El miércoles, seis médicos de 30 a 69 años enfrentan cargos penales de negligencia profesional causante de muerte, informó Asahi Shimbun.
El equipo médico suministró propofol al niño durante casi tres días después de que lo colocaran en un ventilador en la unidad de cuidados intensivos. El pequeño se había sometido a una cirugía para extirpar un tumor de un vaso linfático en el cuello.
Un comité de expertos externos formado por el hospital investigó el caso y en febrero de 2015 concluyó que el niño murió después de que los médicos le administraran propofol durante 70 horas.
Por lo general, está prohibido el uso del anestésico en niños con ventiladores en la UCI debido a posibles efectos secundarios.
La víctima recibió 2,5 veces la cantidad de propofol que se le suministraría a un adulto.
El propio fabricante del anestésico prohíbe su empleo en niños con ventiladores durante largos períodos y en grandes dosis.
De acuerdo con la autopsia, el niño murió por una insuficiencia circulatoria aguda.
El equipo médico no dejó de administrarle propofol ni cambió a otros medicamentos pese a que el electrocardiograma y el color de su orina indicaban que las cosas andaban mal.
Los médicos, según la investigación, no tenían una idea adecuada de los peligros que implicaba la administración del anestésico.
Los expertos concluyeron que existía una alta posibilidad de que el uso prolongado de propofol causara directamente la muerte del niño.
En febrero de 2015, los padres del niño presentaron una denuncia penal ante la policía de Tokio.
El propofol causó la muerte de Michael Jackson en 2009 después de que lo usara para el insomnio.
Volviendo al hospital, la cuestionada práctica no era inusual en ella. En junio de 2014, reveló que 63 niños menores de 15 años conectados a ventiladores habían recibido propofol en el pasado. 12 de ellos murieron. El hospital negó que el anestésico hubiera causado sus muertes, según Mainichi.
El Ministerio de Salud investigó al hospital, reprobó su gestión con respecto a la seguridad y decidió revocar su autorización para brindar atención médica avanzada. (International Press)
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