La disminución continua de los actos delictivos en Japón se refleja en la caída del número de recluidos y detenidos en las prisiones y centros de detención en el país.
Por primera vez en 23 años, la cifra cayó por debajo de 50 mil, destacó Jiji Press.
Si 2018 culminó con 50.578 personas encerradas, en octubre de 2019 el número se había reducido a 48.802, según el Ministerio de Justicia.
Queda muy lejos el año 2006, cuando el número de recluidos y detenidos superaba los 80 mil, sobrepasando la capacidad de las prisiones y centros de detención.
Hoy, en cambio, la tasa de ocupación de cárceles y centros de detención está por debajo de 60 %.
Debido a la disminución de la población entre rejas, en marzo de 2019 se cerró una prisión en Nagasaki y está previsto el cierre de otra en Tochigi en 2022.
Por otro lado, la población carcelaria en promedio está envejeciendo. La proporción de reclusos de 60 años o más aumentó de 10,3 % en 2002 a 19,6 % en 2018.
Cada vez son más los presos que necesitan apoyo para ir al baño o bañarse, motivo por el cual se están instalando pasamanos en los baños o reclutando helpers. (International Press)
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