Tsukasa Akimoto, legislador del gobernante Partido Liberal Demócrata, ha sido un gran impulsor de la ley que autoriza el funcionamiento de casinos en resorts en Japón.
Con los casinos, el gobierno japonés buscar atraer a más turistas extranjeros y dinamizar la economía.
Los intereses de Akimoto, sin embargo, parecen ser particulares.
La fiscalía japonesa registró el jueves dos oficinas del legislador, sospechoso por sus vínculos con una compañía china que opera casinos y apuestas deportivas en línea, informó Kyodo.
La compañía china está interesada en un proyecto de casino en un pueblo de Hokkaido llamado Rusutsu.
En abril del año pasado, un representante de los chinos se reunió con Akimoto para pedirle ayuda para iniciar un negocio de casinos en Japón. En el encuentro también estuvo presente un funcionario de Rusutsu.
La compañía china es acusada de haber introducido en Japón varios millones de yenes en efectivo sin declarar, violando la ley (está prohibido llevar más de 1 millón de yenes (alrededor de 9.100 dólares) en efectivo al país sin declararlo). La fiscalía está investigando si existe algún vínculo entre Akimoto y el dinero.
Akimoto, que estuvo a cargo del desarrollo del proyecto gubernamental de complejos turísticos para permitir el funcionamiento de casinos en Japón, aseguró que nunca ha estado involucrado en actos ilegales.
Como parte de sus investigaciones, la fiscalía también ha registrado las casas de dos exsecretarios del legislador e interrogado a este.
Los contactos entre la compañía china y Akimoto se remontan a julio de 2017, cuando los chinos abrieron una oficina en Tokio y de inmediato se comunicaron con el legislador. En agosto de ese año, Akimoto y un ejecutivo de la firma china asistieron a un simposio sobre complejos turísticos en Okinawa.
Mientras tanto, el alcalde del pueblo de Rusutsu negó que su municipio esté involucrado en actos delictivos. (International Press)
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