El 25 de diciembre de 2015, Matsuri Takahashi, una trabajadora de 24 años del gigante de la publicidad Dentsu, se suicidó agobiada física y mentalmente por el exceso de trabajo.
Su muerte causó conmoción en la sociedad japonesa y arrojó luz sobre las extensas y extenuantes jornadas laborales en el país asiático.
Su caso fue reconocido como muerte por exceso de trabajo. En 2017, Dentsu fue hallado culpable y multado por obligar a trabajar en demasía a sus empleados.
Sin embargo, la compañía insiste en sus malas prácticas. Las autoridades laborales determinaron que Dentsu violó la ley de normas laborales el año pasado y exigieron que pusiera fin al exceso de horas extras de algunos trabajadores.
En 2018, cuatro empleados de Dentsu realizaron mucho más horas extras del tope acordado por la compañía y su sindicato.
Al menos uno de los trabajadores hizo 156 horas extras al mes, más del doble del límite establecido.
La agencia de publicidad asegura que está trabajando para corregir la situación a través de un programa creado después del suicidio de Takahashi. (International Press)
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