El cuerpo de Kaori Takahashi, la mujer japonesa de 39 años que murió en Sri Lanka el domingo, llegó a Japón el jueves, informó Kyodo.
En el avión iban su esposo y sus dos hijos.
El cuerpo estaba dentro de un ataúd cubierto con una sábana azul. Se colocó un ramo de flores blancas sobre él y los funcionarios y trabajadores del Aeropuerto de Narita hicieron una profunda reverencia delante del cuerpo.
Takahashi fue una de las 359 personas (al menos 39 extranjeras entre ellas) que murieron como consecuencia de las ocho explosiones que sacudieron a Sri Lanka.
La mujer estaba desayunando con su esposo Hikaru en el restaurante de un hotel.
Antes de abordar el vuelo a Japón, Hikaru, que trabaja en un restaurante japonés en Sri Lanka, se encontró con un conocido, Himani Wijemanne, y se abrazaron entre lágrimas.
Himani trabaja para una agencia de viajes y conoció a los Takahashi hace unos años. El hombre dijo a Kyodo que Kaori era una muy buena persona y que estaba muy triste por su muerte.
La policía japonesa realizará una autopsia del cuerpo y ha enviado agentes a Sri Lanka para investigar los ataques.
Junzo Yamamoto, jefe de la Comisión Nacional de Seguridad Pública, recordó que Japón seré sede de importantes eventos en el próximo año y medio (la cumbre del G20 en Osaka y el Mundial de Rugby este año y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020) y dijo que ordenará a la policía que “tome todas las medidas posibles contra el terrorismo». (International Press)
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