El viernes pasado, Mana Matsunaga, una mujer de 31 años, y su pequeña hija Riko murieron después de que un coche embistió la bicicleta en la que se movilizaban en Tokio.
El conductor dijo que el acelerador de su automóvil se atascó. Sin embargo, la policía cree que el anciano habría presionado el acelerador creyendo que era el freno.
El esposo y padre de la mujer y la niña que murieron en el accidente hizo un llamado a las personas para que evalúen si deben seguir conduciendo cuando no están seguros de hacerlo, informó Kyodo.
«Si hay alguien que está preocupado (de no poder conducir con seguridad), incluso en el más mínimo grado, quiero que piense en la opción de no conducir», dijo.
El viudo expresó su deseo de que el tema se discuta en la sociedad para que los accidentes no se repitan.
El hombre de 32 años expresó su profundo dolor por la pérdida de su familia durante una conferencia de prensa.
«Yo creía que vería a mi hija (de tres años) crecer y hacerse adulta, y que pasaría el resto de mis días junto con mi esposa hasta el final de nuestra vida natural. Nuestro futuro se perdió en un abrir y cerrar de ojos», lamentó.
El hombre distribuyó fotos de su familia a los medios para que el público sienta la existencia de su esposa, que vivió lo mejor que pudo, y su hija, que solo pudo vivir tres años.
El viudo dijo que espera que los conductores recuerden a su esposa e hija fallecidas para impedir más accidentes.
Aunque el número de accidentes de tráfico fatales ha disminuido en los últimos años en Japón, los causados por personas de 75 años o más aumentaron a 460 en 2018 (42 más que el año anterior).
También ha subido el número de ancianos que voluntariamente devuelven sus licencias.
En 2017, la ley de tránsito fue revisada para que las personas de 75 años o más estén obligadas a ver a un médico en el caso de que la prueba cognitiva que deben pasar cuando renuevan sus licencias de conducir indique el riesgo de demencia.
Las autoridades revocan o suspenden los permisos de los conductores con demencia.
En el caso del anciano de 87 años que provocó el accidente, en 2017 superó una prueba congnitiva. (International Press)
Be the first to comment