Sin embargo, en febrero de este año la Agencia de la Casa Imperial anunció que la boda se celebrará en 2020, supuestamente por la falta de tiempo para realizar los preparativos necesarios.
El aplazamiento de la boda, no obstante, se decidió después de que los medios japoneses informaron de que la familia de Komuro tenía problemas financieros.
El príncipe Fumihito, padre de Mako, ha fijado públicamente una postura estricta sobre el tema.
Los Komuro deben aclarar su situación, remarcó. Fumihito ha solicitado a la familia del prometido de su hija que dé explicaciones públicas.
La madre de Komuro, según los medios, está involucrada en una disputa por dinero, incluidos los gastos de educación de su hijo, que la expareja de ella financió.
A fines del año pasado, un medio reveló que el exnovio de la madre de Komuro le prestó unos 4 millones de yenes (alrededor de 35.000 dólares) para cubrir la educación de su hijo y sus gastos de manutención entre 2010 y 2012, período en el cual estuvieron comprometidos.
Después de que rompieron su compromiso, el exprometido le pidió a la madre que devolviera el préstamo, pero ella dijo que el dinero había sido una donación.
La familia Komuro explicó a los padres de Mako lo mismo: que el dinero no era un préstamo, sino una donación. La familia imperial no fue notificada previamente del problema financiero. Es decir, se enteraron por los medios.
La familia de Mako también exigió al novio de su hija que presente un plan de vida para dar luz verde al matrimonio. Por ejemplo, ¿qué tiene previsto hacer más allá de su trabajo como asistente legal en un bufete de abogados en Tokio?
Después de las exigencias planteadas por los padres de Mako, Komuro decidió estudiar derecho en Nueva York.
El novio de Mako está siguiendo un curso de tres años en la facultad de derecho de la Universidad de Fordham. Comenzó en agosto de este año.
Con respecto al estado de su hija tras el aplazamiento del matrimonio y el viaje de su prometido, Fumihito fue escueto: «No lo sé, ya que no he tenido muchas oportunidades de hablar con ella recientemente».
Su esposa, la princesa Kiko, dijo que su hija no se ha sentido bien, pero que
“ha trabajado duro para cumplir con las tareas que se le asignaron».
Mako y Komuro se conocieron en 2012 cuando eran estudiantes de la Universidad Cristiana Internacional de Tokio y pronto comenzaron a salir. (International Press)
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