El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, elogió al gobierno japonés por su intención de construir una sociedad que sea mutuamente beneficiosa para los trabajadores extranjeros y los japoneses.
En declaraciones recogidas por Kyodo, Grandi dijo que «el gobierno (de Japón) está estudiando cómo mejorar la coexistencia (entre japoneses y extranjeros). Yo diría que este es un esfuerzo importante, quizás histórico».
Grandi hizo alusión al plan del gobierno nipón para crear un nuevo programa de visado con el fin de incrementar el número de trabajadores extranjeros en el país.
Un aumento en el número de trabajadores extranjeros no debería convertirse en un factor de fricción en la sociedad, dijo.
No obstante, advirtió de que si no existe una integración adecuada, y en su lugar aparecen la exclusión y la marginación, entonces podrían surgir problemas.
Los jóvenes japoneses, en particular, no deben temer a la diversidad. «Al final, la diversidad enriquece a la sociedad», afirmó.
Con respecto a la intención del gobierno japonés de aceptar a más refugiados asiáticos desde 2020, duplicando la cifra anual de 30 a 60, Grandi dijo que si se concreta Japón estaría enviando una “fuerte señal”.
Por otro lado, el alto funcionario espera que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 sigan el ejemplo de Río 2016, donde diez atletas refugiados de cuatro países participaron en el Equipo Olímpico de Refugiados, formado por primera vez.
Su participación en Río 2016 mostró que «la presencia de refugiados no es una amenaza. Es lo opuesto al mensaje de algunos políticos» que dicen que los refugiados pueden deteriorar el orden público y arruinar los valores tradicionales del país al que llegan, dijo Grandi.
«En Brasil, la sociedad ya es muy diversa. Japón no es una sociedad tan diversa, pero los japoneses tienen mucho corazón, ellos recibirán con los brazos abiertos (a los atletas refugiados)», dijo.
Un equipo olímpico de refugiados se formará nuevamente para participar en Tokio 2020.
El alto funcionario destacó que las personas de países propensos a desastres naturales, como Japón, pueden ser naturalmente empáticos con los refugiados. Hay supervivientes a los desastres en Japón que han tenido que abandonar sus hogares y vivir en refugios, apuntó.
Grandi recordó que después del tsunami de 2011 en Japón, entre los primeros que enviaron mensajes de solidaridad estuvieron los refugiados palestinos. «Esta empatía entre las personas afectadas por desastres es muy importante».
El alto funcionario también se refirió a la expansión del rechazo a la inmigración en Occidente ante el aumento de refugiados de países como Siria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que propuso la construcción de un muro entre Estados Unidos y México, dijo que su país «no será un campamento de migrantes”.
Grandi sostuvo que cerrar fronteras o construir muros no solo es incorrecto, sino también contraproducente, pues impulsa los movimientos ilegales de personas. (International Press)
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