Un ciudadano chino en proceso de deportación presentó una demanda por daños y perjuicios contra el gobierno de Japón, informó la agencia Kyodo.
Lin Qi sostiene que fue maltratado por funcionarios del centro de inmigración de Omura, ubicado en la prefectura de Nagasaki.
Li, que tiene familia en Japón, exige 1,1 millones de yenes (casi 10.000 dólares) en compensación.
Según Li, un oficial de inmigración le llevó algunas latas de fruta en una caja en la que también metió sus zapatos, usados al aire libre.
En otra ocasión, un funcionario del centro le gritó: «Serás deportado de inmediato si me haces enojar», después de que Lin le devolvió un bolígrafo que le había pedido prestado de manera “juguetona”.
«Otros extranjeros también son maltratados mucho, no pueden alzar la voz. Los detenidos están desamparados ante las violaciones de los derechos humanos en habitaciones cerradas. Quiero que mucha gente conozca la situación real», declaró el hombre a Kyodo.
Li fue transferido a Omura desde la Oficina de Inmigración Regional de Nagoya, detenido por permanecer de manera ilegal en Japón.
El centro de inmigración de Omura se abstuvo de pronunciarse sobre el tema alegando que la demanda está en curso.
El sistema de inmigración en Japón ha sido criticado por los largos periodos de detención que han causado huelgas de hambre y suicidios. (International Press)
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