En 2012, la canadiense Shannon Wong llegó a Japón con una visa de estudiante de cuatro años. Tiempo después, conoció a un trabajador de construcción en un evento de cosplay en Shinjuku.
Con la visa por expirar, Wong se contactó después con el hombre, Narimichi Sasaki, para proponerle que se casara con ella a cambio de un pago inicial de 700.000 yenes (6.258 dólares). Además, le daría 30.000 yenes (268,2 dólares) mensuales.
Sasaki aceptó. Se casaron el 17 de junio de 2016 y Wong pudo quedarse de manera legal en Japón.
Sin embargo, en febrero de este año las autoridades de inmigración decidieron investigar el matrimonio y descubrieron que Wong y Sasaki no convivían. No hacían vida de casados, revela el sitio SoraNews24.
Después de detectar el fraudulento arreglo, la policía de Tokio arrestó a los dos. La mujer admitió su culpabilidad.
Wong, de 29 años y ya sin visa de estudiante, trabajaba en un restaurante y en la industria del entretenimiento para adultos. (International Press)
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