En Japón el servicio al cliente es de primera calidad. Por eso, a veces, hay clientes que se aprovechan de su situación de poder y maltratan a los empleados, creyéndose con derecho a gritarles o menospreciarlos porque están a su servicio. El trabajador, resignado y estoico, aguanta.
No todos los negocios en Japón, sin embargo, están dispuestos a aceptar a los clientes groseros. Para atajarlos, un bar ha decidido darles donde más duele: en el bolsillo.
Mientras más irrespetuoso seas, más pagas. O, para ponerlo en términos positivos, mientras más respetuoso seas, menos pagas.
El sitio SoraNews24 ha reproducido el tuit de @gin_shiru, un usuario que publica una foto del menú del bar:
«¡Eh! ¡Cerveza!»: 1.000 yenes (9 dólares)
«Tráeme una cerveza”: 500 yenes (4,5 dólares)
«Disculpe. Una cerveza, por favor»: 380 yenes (3,4 dólares)
Hay más. Como para que a todo el mundo le quede claro su política de precios, el bar subraya:
“Los clientes no son Dios. Además, el personal de nuestro bar no son sus esclavos. En nuestro bar, todos son un valioso tesoro”. (International Press)
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