Nissan admitió haber alterado los datos sobre economía de combustible y emisiones de gases en cinco de sus plantas en el país, informó Yomiuri Shimbun.
El número de vehículos involucrados asciende a 1.171.
Nissan alteraba deliberadamente los datos si las cifras medidas durante las inspecciones de los vehículos terminados se desviaban de los estándares establecidos por la compañía.
Esta práctica irregular se remonta a abril de 2013 y, según el fabricante nipón, culminó en junio de 2018.
Nissan suspendió temporalmente la producción y comercialización de sus vehículos en Japón después de descubrirse que las inspecciones indebidas continuaron realizándose en tres de sus fábricas pese a que el escándalo ya había estallado.
La compañía japonesa fue sancionada con una multa de 32,1 millones de yenes (casi 290 mil dólares) por persistir en las irregularidades. (International Press)
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