Yasue Endo (64) y Keiko Yokoyama (67) se conocieron en la cárcel. Ambas estaban encerradas por robo. Se supone que la cárcel no es solo un castigo, sino también un espacio de rehabilitación, una oportunidad para que los reclusos se enderecen y, una vez excarcelados, se reinserten en la sociedad como ciudadanos respetables.
Tal parece que la rehabilitación y todas sus buenas intenciones son puro verso para las dos sexagenarias, pues ambas, una vez liberadas, decidieron unirse para robar.
Así lo hicieron y las atraparon.
La policía de la prefectura de Ibaraki arrestó a las dos delincuentes por robar las carteras de tres mujeres en un mercado de mariscos en el pueblo de Oarai el 2 de mayo. Endo y Yokayama se llevaron en total 87.000 yenes (791 dólares) en efectivo y tarjetas de banco.
Las mujeres fueron identificadas gracias a cámaras de seguridad que las captaron cometiendo los robos en un periodo de dos minutos, revela Tokyo Reporter.
Su objetivo eran los bolsos que estaban abiertos. Mientras Endo introducía la mano para llevarse las carteras, Yokoyama actuaba de “campana”, es decir se cercioraba de que nadie viese a su cómplice y la alertaba ante cualquier emergencia.
Las mujeres también han sido acusadas por el robo de 42.000 yenes (318,8 dólares) a mujeres que visitaban un mercado en la ciudad de Shimotsuma el 10 de abril.
Endo y Yokoyama declararon a la policía que necesitaban el dinero para cubrir sus gastos cotidianos. (International Press)
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