Uno de los hijos, hoy un hombre de 51 años, quiere conocer a sus verdaderos padres, pero el hospital se niega. «Solo quiero conocer a mis padres biológicos y descubrir quién soy», declara a Mainichi Shimbun.
¿Por qué el hospital se rehúsa? Para no perturbar a la otra familia. Para complicar las cosas, la ley en Japón no contempla situaciones como la descrita.
El hombre se enteró de que no es hijo biológico de la mujer que lo crio en noviembre de 2015 por boca de ella. «No estaba segura de si debía decírtelo o no, pero quería hacértelo saber antes de morir», le dijo su madre de crianza, hoy una septuagenaria. Él, como era previsible, quedó conmocionado.
La mujer supo que no era su hijo verdadero mucho tiempo atrás. Cuando él entró a la escuela de primaria, se descubrió que su tipo de sangre era A, mientras que el de sus padres era B. Imposible que fuera su hijo. La mujer acudió al hospital para que investigara, pero se negó. Su esposo sospechó que la mujer le había sido infiel y los abandonó.
El hombre recuerda que siempre tuvieron problemas de dinero. Cuando estudiaba en secundaria, trabajaba repartiendo periódicos para ayudar a cubrir los gastos de la casa. Su mamá se volvió a casar, pero su padrastro decía que no tenía dinero, así que el hombre no fue a koko. Si no hubiera sido cambiado por error al nacer, no habría habido tanto sufrimiento, dice él.
Después de la confesión de su madre, el hombre se hizo una prueba de ADN que ratificó que no existía posibilidad de que ella fuera su madre biológica. Fue ahí recién que el hospital admitió su error y le pagó una especie de compensación, pero no fue hasta abril de este año que hizo público el caso y pidió perdón.
Pese a que el hospital reconoció su equivocación, desde un principio rechazó la petición del hombre de conocer a sus padres biológicos. El hospital no ha informado a la otra familia.
Hace 51 años, los cuerpos de los recién nacidos se lavaban antes de que el nombre de la madre se escribiera en la planta del pie para su identificación. El error se habría producido en dicha etapa.
El hombre dice que cada vez que ve a padres con sus hijos no puede evitar preguntarse cómo serán sus padres biológicos. El año pasado vio la película «De tal padre, tal hijo», que narra una historia parecida a la suya, y lloró.
También le preocupa su mamá de crianza. “Ella no lo dirá, pero sé que, en el fondo, quiere conocer a su verdadero hijo. Quiero darle la oportunidad de conocerlo mientras viva».
Mainichi revela que buscó la versión del hospital, pero este declinó comentar el caso. (International Press)
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