Parece un guion repetido. Las fuerzas militares estadounidenses en Okinawa protagonizan un incidente (aterrizajes de emergencia de sus helicópteros, objetos que se desprenden de ellos y caen sobre una escuela o guardería, soldados ebrios que causan accidentes de tráfico, etc.) y se desata la indignación de las autoridades okinawenses, que exigen a Estados Unidos que tome medidas para que no se repitan. Y vuelven a ocurrir.
Tras el aterrizaje de emergencia de un helicóptero militar esta semana en Okinawa (el tercero en un mes), el gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, visitó Tokio para expresar su protesta en el Ministerio de Defensa de Japón, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la embajada de Estados Unidos.
Una historia tantas veces repetidas que Onaga está harto de decir siempre lo mismo y que nada cambie.
«Esto es increíble. He expresado cuán indignado estoy cientos de veces”, dijo Onaga, que se preguntó cuántas veces va a tener que decir lo mismo.
En declaraciones recogidas por Asahi Shimbun, el gobernador okinawense dijo que sentía que ya no podía dejar las cosas en manos del gobierno de Japón, criticado por los okinawenses por no exhibir más firmeza ante EEUU.
Onaga ha pedido que las autoridades de Okinawa puedan participar en las discusiones entre los gobiernos de Japón y EEUU sobre las medidas de seguridad implementadas por las fuerzas militares estadounidenses.
«He pedido reiteradamente (medidas para impedir que los incidentes se repitan), pero no ha habido ningún progreso. Quiero que el Estado japonés maneje el tema de una manera más seria», declaró. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment