Una funcionaria del área de educación de la prefectura de Niigata murió en enero tras haber trabajado 125 horas extras en diciembre pasado, informó Mainichi Shimbun.
El 5 de enero, la víctima, una mujer de cuarenta y tantos años, perdió la conciencia mientras estaba en su escritorio en el edificio del gobierno de la prefectura y fue llevada a un hospital. Tres días después murió por una hemorragia subaracnoidea (sangrado entre el cerebro y los tejidos que lo cubren). El día anterior, el 4, salió del trabajo después de las 11 de la noche.
Las 125 horas extras que hizo el mes pasado exceden con largueza las 100 horas que el gobierno de Japón traza como límite a partir del cual existe el peligro de morir por exceso de trabajo.
Desde abril, la funcionaria superó las 70 horas extras mensuales. En noviembre hizo 99 y en diciembre la cifra se disparó a 125.
La junta educativa de Niigata, a la que pertenecía la mujer, está investigando la posible conexión entre su muerte y el exceso de trabajo.
El gobernador de Niigata, Ryuichi Yoneyama, expresó en declaraciones a los medios su deseo de mejorar las condiciones de trabajo para evitar que casos como el de la mujer se repitan. (International Press)
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