El gobierno de Japón decidió reducir la asistencia financiera al desarrollo de la prefectura de Okinawa por segundo año consecutivo.
La decisión estaría motivada por el rechazo del gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, a la presencia de las fuerzas militares estadounidenses, según fuentes a las que tuvo acceso Asahi Shimbun.
La asistencia se situará por debajo de los 310 mil millones de yenes (2.733 millones de dólares) en el año fiscal 2018. Para el actual ejercicio, el monto ascendió a 315 mil millones de yenes (2.777 millones de dólares).
La asistencia alcanzó un pico de 350,1 mil millones de yenes (3.087 millones de dólares) en el año fiscal 2014.
Los montos han disminuido desde que Onaga fue elegido como gobernador de Okinawa en 2014.
La oficina del Gabinete, en su proyecto de presupuesto, había solicitado que la asistencia subiera a 319 mil millones de yenes (2.812 millones de dólares), mientras que Onaga quería que el monto alcanzara el nivel de 340 mil millones de yenes (2.997 millones de dólares) que registró en el año fiscal 2016.
Finalmente, el gobierno decidió recortar la cantidad. Según la oficina del primer ministro, la reducción era inevitable debido a que no existe ningún nuevo proyecto de relevancia en marcha.
En 2013, el gobierno de Abe decidió mantener la asistencia financiera en alrededor de 300 mil millones de yenes anuales (2.645 millones de dólares) hasta el año fiscal 2021 con la esperanza de obtener el apoyo de los okinawenses a la reubicación de la base militar estadounidense de Futenma dentro de la misma prefectura.
La asistencia financiera –explica Asahi- es considerada como un dinero de «disculpa» para aliviar la carga que debe soportar Okinawa, que alberga el 70 % de las instalaciones militares estadounidenses en Japón. (International Press)
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