Japón pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que emita una clara condena del nuevo ensayo con un misil llevado a cabo por Corea del Norte y subrayó que las acciones de Pyongyang suponen una amenaza real para todo el mundo.
El país nipón, que vio cómo sobrevolaba el proyectil su territorio, insistió además en la necesidad de que las sanciones internacionales contra el régimen sean implementadas en su totalidad.
«Por supuesto, es una amenaza grave a nuestra propia seguridad, pero no sólo eso. Junto con lo que han estado haciendo durante los últimos meses, está muy claro que es una amenaza real a la paz y seguridad del mundo en su conjunto», señaló el embajador japonés ante la ONU, Koro Bessho.
El diplomático se pronunció así a su llegada a una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad para analizar el último ensayo norcoreano, que se produjo solo unos días después de que este órgano aprobase una nueva ronda de sanciones contra el país.
Bessho subrayó que ahora es importante que esos castigos se implementen de forma «total» e «inmediata».
Los representantes de varios países trasladaron antes de la cita su solidaridad a Japón y criticaron la nueva provocación de Corea del Norte.
«El Reino Unido está con Japón frente a este acto terrible, descarado, ilegal, provocador y temerario del régimen norcoreano», dijo a los periodistas el embajador británico, Matthew Rycroft.
La crisis en la península coreana será uno de los asuntos centrales en las reuniones de los líderes mundiales que tendrán lugar la próxima semana en el marco de la Asamblea General de la ONU.
Rycroft opinó que la cita supone una oportunidad para avanzar y, sobre todo, para que los países que mantienen lazos más cercanos con Pyongyang dejen claro que van a aplicar las sanciones a fondo y hagan todo lo posible para hacer que el régimen cambie de rumbo. (EFE)
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