“Mis pensamientos están con las numerosas personas que perdieron sus valiosas vidas en la última guerra y sus afligidas familias”, comenzó diciendo el emperador Akihito en el discurso que dirigió con motivo del 72 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Akihito, su esposa Michiko y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, asistieron a la ceremonia que se realizó con Tokio para conmemorar el fin de la guerra.
“Han pasado 72 años desde el final de la guerra, y nuestro país disfruta hoy de la paz y la prosperidad, gracias al incesante esfuerzo realizado por los japoneses, pero cuando recuerdo los sufrimientos y tribulaciones del pasado no puedo dejar de ser superado con profunda emoción”.
El emperador de Japón no rehuyó expresar su remordimiento por el rol de su país durante el conflicto bélico.
«Al reflexionar sobre nuestro pasado y considerando los sentimientos de profundo remordimiento, deseo de todo corazón que la desvastación de la guerra no se repita”.
Akihito rindió homenaje a los que murieron por la guerra, y oró por la paz mundial y el permanente desarrollo de Japón. (International Press)
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