Las autoridades de la prefectura nipona de Okinawa volvieron a demandar el lunes ante los tribunales al Gobierno japonés con el objetivo de suspender los trabajos de reubicación de una base aérea estadounidense a la que la población local se opone.
El nuevo episodio de la larga disputa entre el Gobierno local y la Administración central llega después de que el pasado diciembre el Tribunal Supremo del país asiático declarase ilegal el intento del gobernador de Okinawa (sudoeste), Takeshi Onaga, de invalidar la aprobación del traslado adoptada en 2013 por su predecesor.
El centro de la polémica es la base estadounidense de Futenma, ubicada en centro urbano de la localidad de Ginowan, unas instalaciones que Japón y EEUU acordaron trasladar a la bahía de Henoko, una zona menos habitada en la localidad de Nago, pero que la población y los políticos locales se niegan a acoger por su impacto ambiental.
En la nueva demanda, las autoridades de Okinawa argumentan que el Gobierno central está actuando ilegalmente sin obtener permiso del gobernador para llevar a cabo los trabajos, que implican dañar las rocas del fondo marino donde se han concedido permisos de pesca, según la agencia japonesa Kyodo.
El gobierno okinawense presentó además una orden para bloquear los trabajos de construcción hasta que el tribunal emita sentencia.
El mar de Henoko posee arrecifes de coral que el Gobierno de la provincia asegura que han sido dañados por las obras, y es el hábitat del dugongo, un mamífero marino en peligro de extinción.
El Ejecutivo nipón tiene previsto rechazar las alegaciones basándose en el precedente sentado por el Supremo a finales del año pasado para demostrar la invalidez de la queja de las autoridades locales y que no necesita permiso para seguir adelante.
Tras el fallo del Supremo, el Ejecutivo ordenó la construcción de diques en la zona, labores que comenzaron en abril, y tiene previsto recuperar unas 157 hectáreas de tierra en aguas del área de Henoko para construir una pista en forma de V, detalló Kyodo.
La mayoría de la población de Okinawa -que alberga más del 70 % de las instalaciones militares de EEUU en Japón y más de la mitad de los cerca de 48.000 efectivos estadounidenses en este país- se opone al traslado de Futenma y ha solicitado que la base sea reubicada fuera de su territorio. (EFE)
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