La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, consiguió ganar de manera holgada las elecciones a la Asamblea metropolitana de la capital nipona, una victoria que la consolida frente al primer ministro Shinzo Abe, según las primeras proyecciones de los medios japoneses.
El nuevo partido de Koike, Tomin First (Tokiotas Primero), que se estrenaba en estos comicios, conseguiría así imponerse claramente al conservador Partido Liberal Demócrata (PLD) del primer ministro japonés, que ostentaba hasta ahora una clara mayoría en la cámara regional de Tokio.
Según las proyecciones de la cadena pública NHK, el partido de Koike conseguiría junto a sus aliados al menos 67 de los 127 asientos de Asamblea mientras que el PLD, que contaba con 57 escaños, registraría importantes pérdidas.
Se trata de la primera derrota del gobernante partido de Abe desde 2009.
Más de 11 millones de votantes estaban llamados a las urnas en lo que se ha considerado como un auténtico referéndum sobre la gobernadora de Tokio, elegida hace apenas un año, y considerada figura clave para disputar el liderazgo nacional a Shinzo Abe.
Las elecciones en la capital, dada su dimensión, se consideran una indicación bastante fiel de la fortaleza de cada partido a nivel nacional en Japón, donde las próximas elecciones nacionales no se celebraría hasta diciembre de 2018.
La gobernadora, de 64 años y primera mujer en ostentar este cargo, se desvinculó del gobernante PLD- al que perteneció la mayor parte de su extensa carrera política -para presentarse como independiente el pasado verano a unas elecciones al Gobierno de Tokio, que ganó de manera contundente.
Koike, antigua presentadora de televisión, goza desde su elección de una alta popularidad mientras el primer ministro ha llegado a estos comicios envuelto en un nuevo escándalo de amiguismo y la aprobación de una polémica ley antiterrorista.
La Gobernadora ha hecho desde que llegó a Tokio una puesta clara por la transparencia y ha efectuado una popular reducción del presupuesto de los juegos olímpicos de Tokio 2020 al mismo tiempo que se ha querido alejar de las dinámicas de poder de los partidos tradicionales con el lema «devolver la política a los ciudadanos».
El Área Metropolitana de Tokio tiene un peso determinante para la tercera economía mundial, ya que aglutina aproximadamente un tercio del Producto Interior Bruto nacional. Si constituyera un estado independiente, sería la decimoquinta potencia global. (EFE)
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